Stalin, el Grande

«Fue, sin duda, un monstruo, pero en la conducción de las relaciones internacionales fue el supremo realista: paciente, astuto e implacable, el Richelieu de su tiempo». HENRY KISSINGER «Stalin tenía cierto encanto siniestro». CHARLES DE GAULLE Así como el franquismo no fue el período monocromático que algunos historiadores han retratado, tampoco fue el estalinismo un período completamente negro ni Stalin fue simplemente un criminal. Días después de la muerte del Zar Rojo, Anselmo Santos descubrió, por pura casualidad, el extenso artículo de Isaiah Berlin, «El Generalísimo Stalin y el arte de gobernar». El estupor que le produjo este descubrimiento despertó su interés -una apasionante afición- por el dictador bolchevique. Ahora, tras décadas de investigación, publica en este libro una parte sustancial de la ingente documentación acumulada, en memoria de Stalin en el sexagésimo aniversario de su muerte (5 de marzo de 1953). Aborda la figura del personaje con una mirada limpia y nueva, esforzándose por conocer y comprender a Stalin. No niega que fue uno de los grandes asesinos de la historia, pero reconoce sus extraordinarias virtudes como gobernante. Y lo describe como un «rey filósofo», un déspota ilustrado y creativo. Si sorprende descubrir nuevos aspectos del líder soviético en la actualidad, quizás sea el talento que demuestra el autor para sacar provecho de varios registros (memorias, citas, dramatizaciones, diálogos, incluso anécdotas) que hacen de esta obra sobre Stalin una lectura atrapante.