Deudas del Frío

Una trepidante novela policiaca ambientada en las inclementes tierras del norte peninsular en el contexto de la crisis económica. Nadie puede borrar las huellas de tu pasado. La sombra de tus pecados siempre te perseguirá. Jorge Viamonte, presidente del Banco Hispano-Francés, es asesinado en Berriozar, en las afueras de Pamplona. Allí tuvo que conocer a su hermano Lucas, un vagabundo alcohólico con el que solo hablaba cuando necesitaba dinero. Pero Lucas no aparece, y el banquero se encuentra solo en el peligroso y abandonado barrio. Sólo el silbido de una bala mortal parece probar que Viamonte, lo supiera o no, iba acompañado. El inspector David Vázquez toma las riendas de una investigación cuyas raíces parecen hundirse hasta lo más profundo de los cimientos sobre los que se asienta la corrupta sociedad española. Mientras tanto, su amada Irene Ochoa lucha por borrar los últimos vestigios de un pasado criminal que la acecha. Amenazas, envidias, celos, discrepancias y odios profundos… Hay mil y una razones por las que se apretó el gatillo, pero solo una persona empuñó el arma. La crisis económica como telón de fondo. Nadie puede borrar las huellas de su pasado. La sombra de tus pecados siempre te seguirá. Jorge Viamonte, presidente del Banco Franco-Español, es asesinado en Berriozar, en las afueras de Pamplona. Allí, se suponía que se encontraría con su hermano Lucas, un vagabundo alcohólico con el que solo tenía contacto cuando Lucas necesitaba dinero. Pero Lucas no apareció y el banquero se encontró solo en el peligroso y abandonado barrio. Sólo el silbido de una bala mortal parecía indicar que Viamonte no estaba solo, lo supiera o no. El inspector David Vázquez toma las riendas de una investigación que parece enraizada en los cimientos más profundos de la corrupta sociedad española. Mientras tanto, su amada Irene Ochoa lucha por borrar los últimos vestigios de un pasado criminal. Amenazas, celos, envidias, desencuentros y un odio profundo… hay mil y una razones por las que se apretó el gatillo, pero sólo una persona que empuñó el arma.